Fueron años en los que el club ganó cuatro Copas de España y, en 1929, la primera Liga española de la historia. Fuera de Éibar, sin embargo la SD Eibar carecía prácticamente de seguidores, aunque era contemplado en general con simpatía por el resto de aficionados vascos que veían en el equipo eibarrés al «hermano pequeño» que competía en categorías inferiores contra equipos mucho más poderosos. «Es un momento único para los seguidores del PSG y para todo Francia».