Ese verano se decide fichar al entrenador del Baskonia Duško Ivanović y la figura del equipo Dejan Bodiroga decide abandonar la plantilla. Es la siguiente temporada la del adiós definitivo de Ivanovic del banquillo culé, que es cesado después de unas polémicas declaraciones cuestionando la calidad de la plantilla. La primera temporada del nuevo proyecto no es satisfactoria: se cae en semifinales de Liga y de Euroliga y la temporada acaba sin títulos.