El partido estaba anunciado como un encuentro entre ambos clubes, pero los catalanes tenía muchas bajas y solo alineó a cuatro jugadores propios, mientras que el resto eran refuerzos de otros clubes, cinco de ellos del Club Español de Foot-Ball. En 1906 los madrileños realizaron su primera visita a Barcelona para jugar un partido amistoso. El 23 de mayo Alfonso Albéniz, hijo del célebre compositor gerundense Isaac Albéniz, recaló en el club madrileño como así confirmó una publicación de la época.