La tercera temporada consecutiva en la Segunda División de España supone la consolidación en la categoría, aunque no de manera muy holgada, pero que posibilita que la campaña siguiente se produzca un salto de nivel y que el equipo ocupe los puestos altos de la clasificación con posibilidades de ascenso hasta casi el final de la liga. La temporada del regreso a la Segunda División B de España se salda finalmente con la permanencia no sin dificultades; el equipo acaba en una modesta undécima posición.